martes, 20 de diciembre de 2011

CUANTAS COLAS


‘CUANTAS COLAS’
Cuando llegan estas fechas me entra un escalofrió por todo el cuerpo que me deja paralizado porque comprar los regalos de navidad esta muy bien pero lanzarse a los grandes almacenes para compartir pisotones, empujones, agarrones y un sinfín de colas interminables eso es una cosa  totalmente distinta y difícil de superar.

Yo alucino de las colas que se forman, sobretodo en una tienda de la cual no diré la marca pero “Tous” vosotros sabéis de la que os hablo. De la gente que hay (y esto es cierto) han puesto un “su turno” que muy glamuroso no queda la verdad, tanta finura y parece eso una pescadería “Póngame cuarto y mitad de osito” “Vamos bonita que hoy la pulsera la tengo fresca”, 
Hay un lugar donde las colas son enormes y solo están formadas por hombres desesperados y no es otro que la sección de perfumería porque de sobra es sabido que es el regalo más recurrente, reconozco que lo mas divertido es probar el perfume, empiezas  poniéndote unas gotas en la muñeca, luego en la otra, después en el brazo y cuando no te quedan partes del cuerpo libres miras a los lados, tiras colonia al aire y te pones debajo para impregnarte del olor.

Lo peor es que no sabes que colonia comprar hay tantas que no sabes si acertaras yo lo tengo estudiado hay un perfume con el que nunca fallas que son todos aquellos que empiezan por Au, Au dette, Au derochas, Au de toillete, etc. Yo una vez salí tarde del trabajo y estaba todo cerrado menos una perfumería que tenía la persiana medio bajada, fui corriendo y con voz de perro pachón dije: “Por favor quiero un perfume” “Lo siento estamos cerrando” me dijo la dependienta, yo insistí: “Por favor, por favor” ella me dijo “Venga rapidito, cual  quiere” “Auderochas”  le dije “Lo sentimos, lo hemos vendió todo”  “Pues no sé…  Audette”  y me dice la tía, “Odete tu que ya estamos cerrando, adiós”. 

El slogan que quedara para la eternidad es aquel que decía “En las distancias cortas es donde un hombre se la juega” y las mujeres que, no huelen nunca, nunca se les escapa nada, pues el otro día a una chica en el autobús se le escapo un vientecillo y para disimular dijo “Hay que se me ha caído algo, donde estará, no lo encuentro” y un señor que estaba detrás de ella le dijo “No lo busques mas nena que lo tengo todo en mi nariz”


Las chicas son muy finas y no hacen esas cosas, según ellas no se tiran eructos se tiran rots, “Hay donde está el rot que se me ha caído, que no lo encuentro, donde esta”, pues con el pedo de antes guapa.


Lo que si tienen las mujeres es respuesta para todo. Estas en casa y dices “Cariño donde están las llaves” ella responde “Pues en su sitio” tu vas al sitio, miras y no ves nada “No están” ella ya medio mosqueada contesta “Has mirado bien?” tu vas, remueves todo y acojonado dices “No están” y ella remata “A que voy a tener que ir yo” y lo mas alucinante de todo es que ella va y las encuentra, manda huevos!!! Yo creo que las llaves tiene vida propia, cuando tu miras se esconden y cuando ella va, las llaves acojonadas se dejan ver diciendo “Sal tia corre que viene la parienta”



Las colas en las jugueterías también son alucinantes, como en la tele te taladran con miles de anuncios ya no sabes que juguete comprar, me acuerdo que un día mi hermana pidio el Nenuco peditos y mi madre le dijo “Ni Nenuco peditos ni leches, para eso te quedas con tu padre que hace lo mismo y es gratis” Aunque precisamente lo de mi padre peditos, peditos no eran.



Cuantas colas por Dios!!! Es increíble!!! Así que para relajarte haces un parón y decides ir al Mcdonal´s que yo no sé porque le llaman comida rápida si pasa una eternidad antes de que llegue a tus manos. Entras y como la cola es interminable le dices a tu pareja “Ves con los niños y coge mesa que yo voy pidiendo”  pero el tiempo pasa y tu estas en el mismo sitio,  se han dado casos que cuando el marido ha llegado a la mesa con el pedido la mujer se había casado con otro y el niño pequeño había acabado los estudios, pero lo peor es que después de tanto esperar cuando te toca a ti no sabes si los niños querían el “Happy meal” el “Big fot” el “Big bang” o el “Big beng”  llegas  al mesa  y siempre se te olvida algo o se han equivocado con las patatas, que te las han puesto normales cuando tu las pediste de luxe, pero haber quien tiene ahora huevos de volver a la cola.


Tampoco es muy aconsejable ir al lavabo en esos sitios porque allí también hay colas larguíiiiiisimas sobretodo, como es normal, en el de  mujeres que nunca lo entenderé, porque van en grupo,  que pasa, que mientras una orina la otra vigila el chorrito? y después lo que tardan en salir que parecen que se han duchado, en cambio el de los tíos es muy serio, todos contra la pared y sin hablar, lo más divertido es si hay una colilla donde se mea porque así te diviertes apuntado hacia ella y moviéndola de un sitio a otro. Lo peor es si el que esta meando al lado tuyo te conoce porque se gira y te dice “Ostras tío que tal” no solo te mancha de orín que encima te quiere dar la mano, y le tienes que decir “Anda lávate primero tío” yo un día me encontré al lado un tío meando con los ojos cerrados que me dijo:“Es que tengo colesterol y  el medico me ha dicho que los huevos ni verlos”


Lo que he descubierto es que la conversación más corta entre dos personas ocurre en un lavabo publico, el que está dentro sentado en la taza y aguantando la puerta con la mano cuando nota que alguien intenta abrir dice ¡eh¡ y el otro que iba a entrar dice ¡ah! y ahí se termina la conversación.


Pero la cola que menos me gusta es la cola del INEM esperemos que con el nuevo año esta maldita cola desparezca del mapa.